lunes, 19 de enero de 2009

Yo tengo un sueño

La fractura social de la humanidad existente desde tiempos inmemoriales comienza a desaparecer con la llegada de un hombre que representa a un país que exige igualdad y de una raza que es el símbolo de muchas historias que han tenido finales tristes, donde la muerte y la discriminación los ha apartado de un sueño que hoy esta muy cerca de concretarse.

Es un buen inicio que confirma que se esta cerca de superar una barrera que no permitía que nos aceptáramos como seres iguales e universales; este proceso por parte de los Estados Unidos fue demasiado largo, tardando bastante tiempo; pasos que comenzaron desde el siglo XIX con Abraham Lincoln al mostrar lo inmenso que puede llegar a ser un hombre cuando persevera en sus metas, al defender a esos seres que estaban siendo maltratados y humillados en la etapa oscura de América: La esclavitud, en que Lincoln da un ejemplo de vida y hace ver que por encima de los fines políticos, esta la vida.

Así mismo nace un ser que ha trascendido en la historia, el reverendo Martín Luther King, él recoge los elementos de personas que han defendido los derechos humanos, y sus aportes personales son aceptados con firmeza por un pueblo que también tiene un sueño, que es creer en los principios fundamentales de la vida como requisito de existencia para la humanidad, donde nadie puede ser discriminado por su raza, su color o su cultura.

No se debe dejar de mencionar también a Nelson Mándela, el hombre que estuvo encarcelado por casi tres décadas, en su afán de condenar el apartheid en Sudáfrica, convertido en símbolo universal por su defensa en los derechos humanos; hombres que son fuente de inspiración para que un ser como Barack Obama, asuma las riendas que la historia corrobora con un proceso largo, pero que injustamente fue necesario para que nos acerquemos a la palabra libertad.

Es un gran ejemplo como la sociedad americana tras una historia vergonzosa en contra de la población afroamericana, que esclaviza y hasta hace poco tiempo y aun hoy en sectores minoritarios que los discrima diariamente, cuando se niega compartir un plato de comida al lado de ellos, o algunos se abstienen de convivir y compartir con ese color de piel.

Pero la historia fue demostrando que el cambio si se puede, fue dando luces muy brillantes, tal vez un ejemplo que podría mencionar es con el cine, la música; toda su cultura se preparo para este 20 de enero que abre una puerta a la igualdad y la promesa que todos deseamos que este sueño se lleve a la realidad.

Colombia y el resto del mundo requiere este proceso, porque estamos sumergidos aun en la esclavitud, como cuando algunos hombres encadenan a otros por motivos que no justifican para nada tal acción, estamos en una esclavitud moderna en que hombres compran o engañan a seres indefensos con la promesa de un futuro mejor y los someten a humillaciones fuera de su país donde el fuerte se devora al pequeño, y la prostitución como la trata de personas es el pan diario de nuestra vida.

Para terminar y a pesar que estas situaciones se presenten, es un paso muy importante para vencer la epidemia más perjudicial que mata al hombre, que por desgracia nosotros mismos hemos creado, la desigualdad.